- Escrito por Héctor A. Calderón B.
- Publicado en Largometraje
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Sin novedad en el frente (2022): la muerte de la inocencia como tragedia universal
Apostarle a un proyecto cinematográfico sobre una guerra mundial de la que poco conocen las actuales audiencias -enganchadas al universo Marvel, el Tik Tok y los video juegos- podría ser un certero disparo en el pie. Para el curtido cineasta Edward Berger valió la pena correr el riesgo. Aunque no fue fácil para el equipo de productores encontrar inversionistas que creyeran en el proyecto, finalmente la película vio la luz gracias a la persistencia. Después de 10 años tratando de convencer a los grandes capitales de Hollywood, según Daniel Dreiffus, uno de los productores de la cinta, aseguró para CNN que “el contexto de la primera guerra y las locaciones geográficas lo hacían un proyecto muy europeo.” Sin más remedio se fueron para Alemania a golpear puertas.
Profeta en su tierra
La película consiguió el presupuesto en Alemania y se rodó en República Checa, Bélgica y Alemania. Es la versión cinematográfica de la potente novela homónima escrita por el alemán Erich Maria Remarque, obra que ya contaba con un par de versiones cinematográficas. El argumento de la ficción trata sobre la experiencia del estudiante de secundaria Felix Kammerer, un joven idealista quien es arrastrado por la propaganda ideológica que inocula la institución educativa en tiempos de la Primera Guerra Mundial. Seducido por los cantos de sirena -la patria, el honor y la gloria- se enlista para luchar contra los franceses. Pronto descubre que ha cometido un grave error, la guerra no es como la pintan en el colegio. Ya convertido en carne de cañón y en rata de trinchera, el desgraciado joven Felix no le queda más remedio que pelear para sobrevivir.
El punto de vista narrativo del protagonista nos lleva a las entrañas de las trincheras -ahora tan de moda en Ucrania- donde se pelea a muerte y centímetro a centímetro. Lentamente somos testigos de la cruel transformación del protagonista; un joven que pierde su juventud para darle paso al soldado feroz capaz de sobrevivir hasta el último día de la guerra. La película nos desentraña todos los dilemas y reflexiones que solo la guerra sabe plantarnos en la cara. Edward Berger recoge la esencia literaria de la novela y plantea una visión cinematográficamente auténtica y profundamente humana.
Clásico contemporáneo
La película que desechó producir Hollywood es una piedra angular de la cinematografía del siglo XXI. Es cine en estado de gracia, una clase magistral del lenguaje fílmico. La película tiene todo para cautivar al cinéfilo que busca un plato exquisito y al espectador que prefiere la acción con efectos deslumbrantes y atronadora épica. Sin novedad en el frente (2022) es un clásico del cine bélico del siglo XXI y Berger instala en la historia del cine una pieza magistral del nivel de Apocalypse now de Copolla (1979), Platoon de Oliver Stone (1986), Nacido para matar/Full metal jacket de Kubrick (1987), Underground de Emir Kusturica (1995), La Delgada línea roja de Malick (1998), y Dunkerque de Christopher Nolan (2017) por nombras algunas de esa pléyade estelar del drama bélico.
No hay detalle menor en la producción alemana. La música compuesta por Volker Belterlmann imprime un dramatismo magnífico y estremecedor que recuerda a Malher, Alban Berg y Arnold Shoenberg. Sincretismo musical perfecto que se integra a la excelsa fotografía de James Friend que evoca con citas visuales el paisajismo alemán de Caspar Friedrich. El delicado trabajo del equipo de maquillaje, arte y vestuario merecen una mención ante su notable trabajo. La conmovedora actuación del protagonista, Paul Bäumer, y los roles secundarios del internacionalmente reconocido Daniel Brühl, y el arrollador Albrecht Schuch encabezan un reparto alemán de primer nivel. Es, en suma, una producción magistral.
La novela escrita por Erich Maria Remarque es un clásico de la literatura del que se derivan tres versiones cinematográficas. La primera de las adaptaciones a la pantalla grande la hizo Lewis Milestone en 1930 con la que obtuvo el premio a mejor película; la segunda de las versiones fílmicas estuvo a cargo del director Delbert Martin Mann Jr en 1979; y la tercera, la más reciente, fue dirigida por el alemán educado en la Universidad de Nueva York, Edward Berger. El director trabajó el guion en compañía de Ian Stokell y Leslie Patterson y dejaron un testimonio fílmico que va más allá del cine.
El otro lado de la trinchera
La voz del perdedor suele estar silenciada por la verdad del vencedor. De la humillante derrota que sufrió Alemania en la Primera Guerra Mundial poco se ha recreado en el cine hegemónico de Hollywood. El tema cuenta con pocas producciones en comparación de la cantidad de series, películas y video juegos sobre la Segunda Guerra Mundial. A diferencia de aquella, la primera fue casi silenciada en la historia fílmica mientras que de la segunda hay una mirada occidental que resalta la épica de la gesta aliada frente a la barbarie nazi. Del lado ruso en ese conflicto -también aliado- poco o nada se cuenta desde Hollywood. De esa tarea se han encargado los cineastas rusos. Paradójicamente la primera película ganadora de un Oscar fue “Wings/Alas” (1929), filme dirigido por William A.Wellman y que trata de una historia de amor con la Primera Guerra Mundial como telón de fondo.
Sin novedad en el frente (2022) es un equilibrado testimonio desde el lado alemán, quienes también aportaron una cuota de víctimas dentro del total de 10 millones de muertos y 20 millones de heridos que -según las cifras más conservadoras- dejó la guerra. Una mirada desde el otro lado del frente de batalla tan opacado por la descomunal avalancha de producciones audiovisuales enmarcadas en la segunda guerra mundial. Pero, desde hace unos años para acá, el cine alemán se ha preocupado por mostrar el otro punto de vista. Para la muestra un par de joyas contemporáneas que abordan ese asunto, solo por presentar a manera de ejemplo, recomendamos El hundimiento/Der Untergang (2004), y El Capitán/Der Hauptmann (2017)- reseñada en Tertulia Tropical -. Sin novedad en el frente (2022) pone sobre la mesa un tema de discusión necesario que enriquece el debate; la necesaria mirada alemana como protagonista de dos guerras mundiales.
A pesar de las conveniencias políticas de los relatos de Hollywood, la Primera Guerra Mundial tiene unos referentes interesantes desde el lado occidental, que recomendamos desde Tertulia Tropical, para acercarse al asunto. El primero de ellos es Paths of Glory (1957) del genial Stanley Kubrick, metraje que nos ofrece una mirada cruel y dolorosa desde la trinchera francesa; la segunda es Johnny got his gun (1971), versión cinematográfica de la novela escrita y dirigida por el autor Dalton Trumbo, un punto de vista casi surreal y trágico de un soldado lisiado estadounidense; la tercera es el documental They shall not grow old/Ellos jamás llegaran a viejos (2018) realizado por Peter Jackson que restauró material inédito agregando al pasado filmado a blanco y negro, color y sonido; y finalmente, la película 1917 dirigida por Sam Mendes (2019) quien nos pasea por el frente de la mano de un joven militar británico.
Sin novedad en el frente (2022) se distribuyó a nivel mundial en la plataforma Netflix y fue nominada a 14 premios en los BAFTA (British Film Academy) y ganó 7. En los Oscar fue nominada a 9 premios y finalmente obtuvo 4 galardones: mejor película extranjera, mejor fotografía, mejor diseño de producción y mejor banda sonora original. Es la primera vez en la historia de los Oscar que un argumento bélico derivado de la misma novela obtiene premios en dos siglos distintos. La primera vez fue en la tercera edición de los premios Oscar, en 1930 y 12 años después del final de la primera guerra, cuando las heridas de la madre de todas las guerras contemporáneas estaban todavía frescas, y nadie imaginaba que una segunda guerra mundial se estaba cocinando a fuego lento.
Pero más que los premios y la estadística, esta película es un pretexto para volver la mirada hacia el cine europeo y entrar a plenitud en la cinematografía alemana y su imprescindible legado a la historia del séptimo arte. Un territorio fílmico que ha parido grandes maestros del cine desde Robert Wiene, Murnau, Fritz Lang, Lubitch, Fassbinder, Herzog, Wim Wenders, por nombrar algunos de los grandes. Y no hay que olvidar que tras ellos hay una larga lista de herederos que han tomado el relevo generacional con altura y talento. Sin duda, Edward Berger es el más reciente, y a quien seguiremos, con ojos de expectante cinéfilo, su prometedora carrera.
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Héctor A. Calderón B.
Escritor, guionista y docente universitario.
Premio Nacional de Guión 2010.
Ministerio de Cultura, Colombia.